jueves, 19 de mayo de 2016
Los grandes problemas nacionales
En la obra citada, el autor establece los Problemas de orden primordial y enumera los cinco siguientes: el problema de la propiedad, el problema del crédito territorial, el problema de la irrigación, el problema de la población y el problema político. Era evidente que en una economía eminentemente agrícola, para Molina el gran problema nacional era la propiedad de la tierra, del que derivaban los otros cuatro, de ahí que solucionando éste casi en automático se solucionaría el resto.
A esta conclusión llega después de un exhaustivo análisis de la cuestión agraria en la que destaca la enorme concentración de la tierra en pocas manos, consecuencia, entre otras razones, de los efectos de las compañías deslindadoras sobre la tenencia de la tierra y las comunidades indígenas.
Concluye que el latifundio es ineficiente y por tanto debería desaparecer, dividiéndolo en parcelas que serían entregadas a campesinos sin tierras, mismos que estimulados por su nueva condición de propietarios -con toda la certeza jurídica- trabajarían con ahínco y solidaridad y serían la base para alcanzar elevadas cotas de producción que posibilitaran elevar su nivel de vida y fueran el elemento determinante en el engrandecimiento del país.
Es evidente que la identificación y el conocimiento de los problemas medulares de un país es el primer paso para su posterior solución y esa era precisamente la intención de Andrés Molina al escribir el libro, se esté o no de acuerdo con su diagnóstico, sin embargo como se mencionó líneas atrás su alcance fue importante.
Un poco más de un siglo después sería deseable la divulgación de una obra como la que escribiera Andrés Molina Enríquez en su momento, en la que fruto de un análisis objetivo, científico y apartidista se presentaran Los grandes problemas nacionales actuales y partiendo de ese diagnóstico se establecieran las recomendaciones que hicieran factible su eliminación para finalmente aspirar a vivir en un país que nos garantice un mejor nivel de vida en todos los aspectos.
¿Cuáles son actualmente los grandes problemas nacionales? ¿Inseguridad, crecimiento económico débil, pobreza, falta de una reforma fiscal, dependencia de los Estados Unidos?
Los partidos políticos, México, FCE, 1957 pone el origen de esas organizaciones en los 1850, aunque iniciaron antes en Estados Unidos. Los partidos son grupos organizados que comparten preferencias políticas y que buscan obtener y mantener el poder del Estado y emergen como parte del proceso de la construcción de la democracia moderna. En nuestro país, los partidos propiamente dichos surgieron como parte del esfuerzo por poner fin a la dictadura porfirista, tal fue el caso del Partido Liberal o del Partido Antirreeleccionista. Tras la Revolución, hubo una auténtica explosión de partidos y pseudopartidos nacionales y locales que culminó con la formación en 1929 de lo que sería un gran partido de Estado: el PNR-PRM-PRI, instrumento al servicio de una Presidencia sin contrapesos y eje de un régimen autoritario que perduraría hasta fin del siglo. Un sistema real de partidos con pretensiones democráticas sólo empezó a emerger en México a partir de la crisis económica y política de los 1980 y hoy, un cuarto de siglo más tarde, ese sistema sufre ya de partidocracia.
· PARTIDOS Y PLURALISMO
La teoría pluralista o poliárquica de la política otorga a los partidos un papel clave: organizar los intereses de las diferentes clases, grupos o regiones de la sociedad, formularlos como políticas e impulsarlas ante la maquinaria administrativa del gobierno. El problema de esta teoría es que, en la práctica, todos los partidos operan en primer lugar en favor de sus propios intereses, como bien lo demostró hace tiempo -en 1911- Robert Michels en su clásico estudio sobre los partidos políticos. Desde la perspectiva de Michels, toda política partidaria termina inevitablemente por ser una de, por y para minorías y que sólo de forma secundaria toma en cuenta y actúa en favor de los intereses de sus supuestos representados.
· EL NUEVO GRAN PROBLEMA NACIONAL
La partidocracia se puede definir como una degeneración del sistema político, donde el núcleo del poder político legislativo, ejecutivo y administrativo, queda en manos de la oligarquía del partido dominante o de la alianza de partidos (Gonzalo Fernández de la Mora, La partitocracia, Madrid, 1977, p. 154). En esas condiciones se llevan al extremo los efectos de la "ley de hierro de las oligarquías" de Michels, que postula: "la organización [partidista] es el origen de la dominación de los electores por los elegidos, de los mandantes por los mandatarios, de los delegantes por los delegados. Quien dice organización dice oligarquía". En la partidocracia, la estructura oligárquica termina por asfixiar el principio democrático de cualquier partido o sistema de partidos.
Si partidocracia es el avasallamiento del proceso político por los dirigentes partidarios mediante la concertación de sus intereses, entonces el llamado "Pacto por México" resulta ser uno de los ejemplos más acabados del fenómeno: los dirigentes de tres partidos, Enrique Peña Nieto, Presidente y líder real del PRI, más los líderes del PRD y del PAN, convinieron en 2012 en dictar al Congreso la parte sustancial de su agenda al arranque del sexenio (al punto que muchos legisladores aprobaran reformas que ni siquiera leyeron) y la sociedad -más de 100 millones de mexicanos- apenas fue testigo casi mudo e impotente de arreglos que le afectaron y afectarán profundamente -los mandantes a merced del mandatario- al modificar la Constitución en materia de la explotación del petróleo en beneficio de los intereses de grupos privados, cambiar las cargas impositivas, poner requisitos absurdos para impedir la posibilidad de candidaturas independientes o la consulta popular, darse ingresos fuera de proporción y muchas otras cosas.
fuentes de lectura:
https://es.scribd.com/doc/99873672/Los-grandes-problemas-nacionales
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario